El o la manos limpias es una figura muy importante dentro de cualquier trabajo artístico a artesanal que implique mancharse las manos. El operario hace el trabajo sucio pero no puede tocar el trabajo terminado. Ahí a su lado hay alguien que lo coloca para su secado, que lo pone y lo retira. Pero el “manoslimpias” es una figura que está desapareciendo, con la bajada brutal de salarios y/o simplemente de recompensas, las figuras claves se marchitan lo que conlleva trabajos sucios, mal hechos, mal pagados. Quien trabaja en un sector creativo o artístico vive en estos días una falta total de respeto, reconocimiento o valoración de su trabajo. Ya no entro en metáforas básicas del tipo diseñador=restaurante, sino que la falta de sensibilidad propiciada por el dinero está bajo mínimos.
El otro día comentando con una amiga, me decía que los sueldos de los directores de arte juniors están rozando o están por debajo del salario mínimo profesional. Es decir, que se tiran 12 horas de trabajo generando ingresos para una marca/agencia que no se ven reflejados en su salario. Y siguen aceptando esos puestos, y siguen tragando mierda a paletadas. Porque una cosa es que los precios no sean los mismos y otra que se haya devaluado tanto el trabajo. Joder, que las empresas siguen teniendo pasta, que un salario base se lo gasta un directivo en una cena de empresa. Mientras las asociaciones del sector, escuelas y similiares, siguen ofreciendo charlas, cursos y campañas de autobombo de reputados profesionales que no aportan nada sino el lucro de las mismas en vez de dedicar esfuerzos y energía a hacer cumplir un convenio a las agencias o dignificar la profesión.
Pues nada chicos: aplicaros esta noticia, que de tan retorcida, parece verdad y ver esta otra. Nuestro trabajo no lo sabe hacer cualquiera, por muy fácil que parezca.
Seamos profesionales y valoremos nuestro trabajo. Esto se hace con confianza en lo que haces y plantando cara.
Somos los manos limpias. Las agencias, las marcas y tus jefes lo saben. ¿Y tú?