Cuando una inspectora de Hacienda observó nuestra facturación, nos dijo que casi todas nuestras decisiones empresariales eran antieconómicas. Una forma sutil de llamarnos pringaos por la cantidad de gastos innecesarios, absurdos e injustificables. No sé nos ocurrió otra que contestarle que los sueños son antieconómicos. Y por graciosos nos clavó una multa que aun duele Ni que decir tiene que no hemos seguido su consejo para nada y parte de nuestro trabajo estará siempre dedicada a hacer realidad esos sueños o proyectos cuyo beneficio no es solo obtener más dinero.
Porque si nadie ayuda a realizar esos pequeños proyectos (propios y ajenos), jamás existirían los grandes. Porque cualquier afamado director de cine ha pasado antes por la ilusión, las ganas, los quebraderos de cabeza y las penurias de rodar un corto, o dos, o los que sean. Porque seguro que esa señora cuando llega a casa, se tira en el sofá a ver una peli, una serie o Águila Roja sin pensar que muchos de los que la hacen posible (actores,cámaras, directores de arte, foquistas, iluminadores, directores, guionistas…) han sufrido antes las miserias de todas las profesiones antieconómicas. Menos mal que existe el arte, la ilusión y los sueños a pequeña escala. Para iluminar de vez en cuando la economía más tenebrosa. El lado oscuro del funcionariado.
Aquí os dejamos una pequeña muestra del arte que hicimos para dos proyectos de dos grandes amigos: El cartel del corto A su imagen y semejanza de Fher Ampuero-Ramos y los títulos de crédito y el cartel para el cortometraje documental The love Seeker dirigido y producido por Lara Tejela. O otros proyectos en los que participamos.
¿Quién es el pringao ahora?